El camino del amor predicado por Jesucristo no está siendo enseñado con tenacidad

Loading

Reflexión: Jesucristo dijo: en esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros (Juan 13:35), pero al parecer a muchos cristianos se les ha olvidado que Dios nos llama a que seamos sus hijos por medio su gracia, y cuando nos convertimos por creer en el evangelio de la gloria, entonces la evidencia del Espíritu es una vida llena del amor de Dios en Cristo. Este mensaje del amor no está siendo muy predicado y guardado con tenacidad, con valentía, con honestidad, pues al parecer al pueblo les interesa más tener información de cómo tener una vida llena de éxitos, pero al mejor estilo del mundo, y se les olvida que es un mandamiento, el mayor de los mandamientos es el amor a Dios por sobre todas las cosas, el segundo en importancia es amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 23:37-39), es más de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas, muy a pesar de que el énfasis para estar en el camino correcto y más excelente, es el del AMOR (1 Corintios 12:31); no hay mucho de este ingrediente en la predica moderna centrado en la codicia de los hombres.  

Debemos poner en práctica los dones espirituales para edificación del cuerpo de Cristo, sin olvidarse del camino más excelente del amor. Si se habla en lenguas extrañas, don de profecía, ciencia, entregar dinero a los pobres, pero si no se tengo amor, observa lo que dice la Escritura, de nada sirve (1 Corintios 13:1-3). Este camino del amor para muchos no es muy llamativo, porque es angosto, donde experimentamos sufrimiento por causa de Cristo, tal como dice 1 Pedro 2:21 “Y ustedes fueron llamados para esto. Porque también Cristo sufrió por nosotros, con lo que nos dio un ejemplo para que sigamos sus pasos”.

Jesús nos mostró su amor entregando su vida de manera voluntaria por los pecados de los hombres, y si no ponemos en práctica el mandamiento del amor comenzando primeramente en nuestro hogar, ya que este sitio es un buen lugar para realizar un test en cuanto al amor a nuestro cónyuge e hijos en medio de las diferentes aflicciones, tensiones y dificultades, entonces, pasaremos fácilmente al camino de falsear la verdad por medio de la hipocresía, moviéndonos después a otros círculos donde la máscara no se logra identificar por los demás con rapidez.

Ahora te digo que, si NO le prestamos atención al mandamiento del amor, entonces en realidad en el fondo no amamos a Jesús (Juan 14:15), y si te sientes tranquilo porque fuiste a la iglesia el domingo y cantas una alabanza y lloras por un tiempo, entregas los diezmos y ofrendas, y después sales de la congregación a tu hogar, y ahí no practicas el amor en Cristo, sería como metal que resuena o un platillo que hace ruido. Es más fácil engañar siendo otras personas en el lugar de trabajo, universidad o vecindario; en el hogar se experimentan cosas más privadas, y el enojo repetitivo puede llegar a tomar el control en determinadas situaciones, en la que Dios nos está observando cada día.

No te dejes engañar el énfasis de la mayoría de las predicaciones modernas cristianas están enfocadas en la gloria del hombre, y no la gloria de Dios, en un solo vistazo por el sermón del monte Dios nos llama a que seamos luz en este mundo, tal como dice: De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos (Mateo 5:16), también cuando nos envía a predicar vamos en representación de Jesucristo, tal como está en Juan 13:20 “De cierto, de cierto les digo: El que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió”.

Hay varios textos en que Jesús enfatiza esta verdad, tenemos en Mateo 7:12 “Así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas”, en Mateo 7:21 “No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”, en Lucas 6:46 “¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer?”, en Juan 15:10-12 “Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo. Éste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado”, si se dan cuenta que no podemos decir que somos realmente cristianos si no ponemos en práctica la palabra recibida de hacer la voluntad de Dios, tal como lo dice en 1 Juan 3:18 “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.

Ahora quiero que tengas en cuenta, que amar a Cristo para amar a los demás, no es como dar click en la pantalla de tu computador, es un proceso de santificación que se da por ser partícipes del Nuevo Pacto, el ministerio del Espíritu, que llegará a todas las naciones desde el día que fue derramado en Pentecostés para que crean en la buena nueva de salvación por medio de Cristo. Cuando experimentamos la presencia de Cristo por medio del Espíritu Santo, comenzamos un proceso de ir muriendo a nosotros mismos, recuerden que Jesucristo lo dijo en Mateo 16.24 “A sus discípulos Jesús les dijo: Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame”, de ahí la dificultad que tienen algunos de morir a eso Yo, porque aman demasiado a este mundo que promete cosas muy vistosas, pero al final es camino de muerte. Quiero ser transparente y no presentarme como el más amoroso de todos los cristianos en este momento, yo también estoy en ese caminar sostenido por su gracia, y es un llamado de Dios predicado primeramente a mi vida, porque entre más pasa el tiempo y medito en las Escrituras, ellas me están dirigiendo a que podamos como predicadores de la palabra de Dios ser enfáticos en que el amor de Cristo excede a todo conocimiento, para que seamos llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3:19).

Recomendaciones finales en esta corta reflexión, debemos anhelar la presencia de Cristo en nuestras vidas de manera constante y firme, aun en esos momentos que pasamos por desiertos y desaliento. Si tenemos esto muy clavado en la mente y el corazón fue porque Él mismo Jesucristo lo dijo, en que NO nos dejaría huérfanos (Juan 14:18), que Él enviaría a otro consolador (Paracleto) (Juan 14:16), es decir, el Espíritu de verdad, y es precisamente quien media la presencia de Cristo en nuestras vidas, pues Jesucristo corporalmente está el trono de la gloria a la diestra del Padre, pero se hace real en el corazón en estos momentos aquí en la tierra por su Espíritu, y es cuando  comienza a dar el fruto en nosotros con una vida de amor a Dios y hacia los demás.  En Juan 14:21-23 dice: El que tiene mis mandamientos, y los obedece, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo lo amaré, y me manifestaré a él. Judas (pero no el Iscariote) le dijo: Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Jesús le respondió: El que me ama, obedecerá mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y con él nos quedaremos a vivir, por lo tanto, es con la realidad del Espíritu Santo que podemos experimentar el amor que Dios quiere, haciendo la voluntad del Padre, porque el amor de Dios se ha perfeccionado verdaderamente en el que obedece, y por eso sabemos que estamos en Él (1 Juan 2:5), también se nos dice: El que obedece sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. En esto sabemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que él nos ha dado (1 Juan 3:24), y en esto sabemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que él nos ha dado de su Espíritu (1 Juan 4:13).

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *