EMDJ81 – Que mis pensamientos te agraden – Salmos 104:33-34

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Que mis pensamientos te agraden - Salmos 104:33-34
Salmos 104:33-34 (RVC)

Señor, ¡toda mi vida te cantaré! 
Dios mío, ¡yo te cantaré salmos mientras viva! 
Señor, dígnate agradarte de mis pensamientos, 
pues yo hallo en ti mi alegría.

Reflexión

Lo primero que debemos tener presente para hacer sencillo y a la vez entendible el tema del pensar y la mente, y no alejarnos del propósito de este artículo sobre dónde están ubicados nuestros pensamientos y la mente, tomaremos una definición corta. La mente es el conjunto de capacidades cognitivas (i.e., mentales) que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, entendimiento, imaginación, etc. Y el pensar es formar o combinar ideas o juicios en la mente. 

En Mateo 22:37 dice: Jesús le respondió: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”, pero nos concentramos en el término mente, que engloba el pensamiento, el entendimiento, etc. Ahora, observemos todo el llamado que la Biblia nos hace de concentrar nuestra mente hacia Dios. Nos dice en su palabra que debemos de pensar en Filipenses 4:8 “Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello”. ¿Será que nuestro pensar diario se concentra en las cosas de arriba o las preocupaciones de la tierra; enfócate ahora en el ver. 7 que habla sobre que NO nos preocupemos, ya el Señor Jesucristo nos lo dijo en el sermón del monte (Mateo 6:25-34), pero, no podemos negar que la preocupación llega, la angustia, la tristeza y si no inundamos nuestra mente con los pensamientos de lo verdadero con la ayuda del Espíritu de Dios, entonces, comenzamos a preocuparnos sin encontrar salida alguna. 

Una cosa es decirlo, pero otra es vivirlo, por eso estamos aquí para que entendamos que es clave cómo utilizamos nuestra mente en la búsqueda de la paz de Dios que promete la Biblia. Nos llama en Filipenses 4:6-7 “No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”, es decir, guarda, protege, cuida, pero llega en el momento de la búsqueda hacia arriba, no en lo terrenal.

Muchas de las cosas que hacen que el corazón se desvíe es el fomento de pensamientos que van en contra de las promesas de Dios, porque nos concentramos en el conocimiento que viene del mundo y no en el conocer las cosas de Dios. Cosas que hacemos en el día nos puede alejar de las promesas, cuando dedicamos demasiado tiempo a cosas que no edifican el alma.

A veces nos creemos muy listos con nuestros pensamientos más profundos, y nos olvidamos lo que dice el Salmo 139:4-6 (RVC):

Todavía no tengo las palabras en la lengua, 
¡y tú, Señor, ya sabes lo que estoy por decir! 
Tu presencia me envuelve por completo; 
la palma de tu mano reposa sobre mí. 
Saber esto rebasa mi entendimiento; 
¡es tan sublime que no alcanzo a comprenderlo!

Por lo anterior, tengamos muy claro el hecho que Dios sabe lo que pensamos, y por mucho que pudiéramos engañar a los que están a nuestro alrededor a Dios es imposible engañarle con nuestros pensamientos, pero Él es tan buen Padre celestial que nos llama a que nos esforcemos para que nuestros pensamientos sean los de Cristo. 

Esta batalla que surge en nuestra mente hace parte del crecimiento cristiano, y no perdamos de vista esta línea, es progreso hacia las cosas de arriba, porque en nuestra vida terrenal seguirá todo tipo de tentación para tratar de sacarnos del camino de la vida.   

Todo tipo de esclavitud al pecado comienza en el corazón en conexión con la mente, por eso el Señor nos dijo donde esté nuestro tesoro estará nuestro corazón (Mateo 6:21), por eso, cuando entregamos nuestra vida a Cristo, el nuevo pacto, es claro en decir: “Éste es el pacto que haré con la casa de Israel: Después de aquellos días (dice el Señor) pondré mis leyes en su mente, y las escribiré sobre su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”, entonces, esa cirugía de corazón abierto da como resultado que nuestros pensamientos vayan progresando en consonancia a las cosas que Dios quiere para nuestra vidas, como está registrado en 1 Corintios 2:11 “Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. 

Cada día debemos concentrarnos en lo verdadero, porque después creeremos en la mentira que está orquestada por Satanás, que sigilosamente comienza a sembrar duda, y más en los momentos de aflicción o sufrimientos que enfrentamos como hijos de Dios. 

Éramos enemigos de Dios en nuestro pensamientos cuando vivíamos en mundo lleno de tinieblas, eso lo leemos en Colosenses 1:21-23 “Y también a ustedes, que en otro tiempo eran extranjeros y enemigos, tanto en sus pensamientos como en sus acciones, ahora los ha reconciliado completamente en su cuerpo físico, por medio de la muerte, para presentárselos a sí mismo santos, sin mancha e irreprensibles, siempre y cuando en verdad permanezcan cimentados y firmes en la fe, inamovibles en la esperanza del evangelio que han recibido, el cual se predica en toda la creación debajo del cielo; del cual yo, Pablo, he llegado a ser ministro”; esto es gracia de Dios, pero esa gracia, debe ser puesta en práctica con nuestras acciones, recuerden toda la conexión en: Corazón-Pensamientos-Acciones,  todo para la gloria de Dios. 

Ahora, toquemos el tema de la alegría, el gozo que se produce en nuestras vidas cuando pensamos en las cosas de arriba, considerando lo expuesto debemos ir al laberinto de nuestro corazón y meditar si tenemos el gozo del Señor, haciendo lo que a Él le agrada. Es posible que existan cosas no cambiadas que irán desmontándose a medida que vamos muriendo a nuestro Yo, eso que ocurrió en Getsemaní es clave, por la iluminación del Espíritu de Dios. Preguntas que vienen a nuestro pensamiento, tales como, ¿Estoy gozoso en Dios por lo que Él significa para mí o solo cuando me regala cosas que yo quiero obstinadamente?; debemos orar para que la revelación de su voluntad (Colosenses 1:9-13) esté en nuestro corazón día tras día para ser llenos de ese conocimiento.

Jesús nos dijo en Juan 15:11 “Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo”, por lo tanto, cada vez que escuchamos a nuestro Señor es para nuestro bien, y que disfrutaremos también de su gozo, porque sus palabras son espíritu y son vida (Juan 6:63) y nos dice que la carne para nada nada aprovecha. Sus palabras deben ser entendidas por medio de su Espíritu y yo debo creer que todo es para la alabanza de Dios.  

Finalizo con lo siguiente, es fácil engañar por medio de un acto para los hombres, pero el único que sabe el estado real del corazón es Dios, ya ha sucedido la hipocresía (Mateo 15:7-9) y seguirá sucediendo si no cambiamos, solo nos ven en el exterior, pero en el interior se puede estar alejado del Señor; si hacemos las cosas con un corazón sincero, entonces irá acompañado con el gozo del Señor que produce su Espíritu. Recuerden que si servimos al Señor en una congregación, llegará el momento que nos vamos a casas, estamos a solas con Dios en oración y en ese espacio nos desnudamos verdaderamente y sabemos si realmente Dios es nuestro mayor tesoro o si solo nos interesa la alabanza de los hombres. ¡Meditalo!

Que la gracia del Señor sea con todos los hermanos. 

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Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

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