Colosenses 1:9-10 RVC

Por eso nosotros, desde el día que lo supimos, no cesamos de orar por ustedes y de pedir que Dios los llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que vivan como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

Reflexión: Vivir como a Dios le agrada nos trae una tensión en el corazón cuando nuestro tesoro (Mateo 6:21) son otras cosas menos el Señor Jesucristo, todo nuestro querer de las cosas que le pedimos al Padre para hacer deben estar centradas en hacer la voluntad de Dios en la tierra como lo dice el Padre nuestro en Mateo 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo”.

El famoso versículo ubicado en el Salmos 37:4-5 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará” predicado en muchos púlpitos y cantado en canciones ha sido concentrado en complacer lo que quiere solo nuestro corazón egoísta, pero nos olvidamos que la voluntad de Dios está por encima de la nuestra, reflexionemos sobre lo que pasó en Getsemaní (Mateo 26:36-46). A muchos les encantan solo mencionar estos dos versículos para la oración, pero en el versículo anterior en el Salmos 37:3 nos dice “Confía en Jehová, y haz el bien”, y hacer ese bien se refiere con hacer la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Cuando el Espíritu Santo toca nuestro ser es una cirugía de corazón abierto, puesto que se cambia un corazón de piedra a uno sensible (Ezequiel 37:26) que escuche la voz de Dios para obedecer su palabra. El abuso de enseñar que cuando se está con la gracia de Dios nos olvidamos de la obediencia ha hecho que la balanza se mueva hacia un lado que ha traído un libertinaje a doquier que está tan popularizado que muchas de las cosas que tan solo 20 años atrás se consideraban pecado ahora para la iglesia cristiana moderna no causa ni para ruborizarse.

Pero, ¿será qué ahora es importante esto?, cuando vemos una iglesia que lo único que quiere es obsesionarse con querer todos los placeres al nivel como lo hacen los no creyentes en Cristo, esto debe cambiar. Hay que hacer un alto en el camino, y reflexionar sobre la oración que debe volver a nuestra vida, en este sentido será: ¡Dios lléname del conocimiento de tu voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que YO viva como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que te agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios!.

Volviendo a las palabras de Cristo en Lucas 14: 26-27 “Si alguno viene a mí, y no renuncia a su padre y a su madre, ni a su mujer y sus hijos, ni a sus hermanos y hermanas, y ni siquiera a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo”, también en Lucas 14:33 “Así también, cualquiera de ustedes que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo”, por lo que leemos entonces, ser discipulos del Rey significa una muerte al YO, esto implica que las cosas que hacemos son para la gloria de Dios y no para estar pretendiendo que del corazón engañoso salen cosas muy hermosas para que Dios nos las conceda a nuestro antojo y deseo, tal como nos dijo nuestro Señor en Mateo 15:18-19 “Pero lo que sale de la boca, sale del corazón; y esto es lo que contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos deseos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias”.

Ahora, la oración que el apóstol Pablo hizo en favor de los colosenses debe ser retomada para nuestras vidas; clamando, rogando, suplicando al Señor en el Espíritu Santo para seamos llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, las cuales debe ir orientadas más a la obediencia que al conocimiento teórico, porque es fácil caer en esa línea de ufanarse con la inteligencia humana haciendo cosas sin el poder que viene desde lo alto. Dios nos llama al temor reverente, en las siguientes citas observamos está línea de pensamiento, Job 28:20-23 “¿De dónde viene la sabiduría? ¿En qué lugar se encuentra la inteligencia? Se halla escondida de todo ser vivo; se halla escondida de las aves del cielo. Aunque la muerte y el sepulcro aseguran que a sus oídos ha llegado su fama. »Sólo Dios sabe llegar hasta ella; sólo él sabe en dónde se halla”, y en Job 28:28 “Entonces dijo a la humanidad: “El temor del Señor es la sabiduría. Quien se aparta del mal es inteligente”.

Cada uno de nosotros debe vivir concentrándose en la gloria de Dios, y a medida que avanzamos nuestra oración de hacer voluntad de Dios debe ser diaria, muriendo a nuestro egoísmo, creciendo en amor, esto es lo que a Él le agrada. Hay que comenzar manifestando el amor horizontal con las personas con las que compartimos techo, puesto que se hace fácil ser una persona en casa, otra en la iglesia y otra en el lugar de trabajo cuando no somos rectos delante de nuestro Dios Padre y el Señor Jesucristo. Finalizo con estas dos citas para reflexionar si nos creemos muy sabios e inteligentes localizadas en Colosenses 2:2-3 “para que su corazón se anime y para que permanezcan unidos en amor, hasta que alcancen todas las riquezas que provienen de la convicción y el entendimiento, para que conozcan el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien se hallan escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”, y en Hebreos 4:13 “Nada de lo que Dios creó puede esconderse de él, sino que todas las cosas quedan al desnudo y descubiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas”.