EMDJ75 – ¿Es difícil la transformación por medio de la renovación de la mente cuando somos cristianos? – Romanos 12:1-2

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Romanos 12.1-2 RVC: Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.

Reflexión: Este tema de la transformación por medio de la renovación de la mente es de vital importancia en el recorrer de los hijos de Dios mientras estemos en la vida terrenal. Si no hay transformación, es decir, una metamorfosis, un cambio en la forma de pensar y entender que nuestra vida es realmente nueva como siervos del Señor Jesucristo solo seguimos distraídos por todo lo que ofrece este mundo orquestado por Satanás, pensando en mantenernos viviendo por lo que comemos físicamente, entonces, nos engañamos creyendo que vamos por el camino correcto. Recuerden las palabras de nuestros Jesucristo que dijo en Mateo 6.27 “Trabajen, pero no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará”. 

Ahora, con respecto a la pregunta ¿Es difícil la transformación por medio de la renovación de la mente?, la respuesta es, NO es difícil, pero te digo, siempre y cuando esté imantado por el amor a Dios por medio de Cristo. Recuerden las palabras de nuestro Señor Jesucristo, en Mateo 11.30 “Porque mi yugo es fácil, ligera mi carga” y las apostólicas en 1 Juan 5:3 reposa “Pues éste es al amor a Dios: que obedezcamos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son difícil de cumplir”. Es posible, que pienses que estos versículos se refieren es a la obediencia, efectivamente, pero la transformación que se da por la renovación de la mente es precisamente para hacer, realizar lo que agrada a Dios, y en ese proceso comprobamos entonces que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

Después viene otra inquietud en el pensamiento, que nos pasa a todos en este recorrer de las sendas de la vida cristiana, pero pasamos por dificultad para guardar los mandamientos de Dios, quiero aclarar, que no me estoy refiriendo a buscar justicia propia ante Dios, queda sentado que somos justificados por medio de la fe en Cristo, entonces somos adoptados como hijos de Dios, pero después somos llamados a guardar sus mandamientos (Juan 14.15). En algunos momentos habrá tribulación y angustia, pero las Escrituras dicen que son fáciles, ¿cómo lo hacemos fácil?, habrá momentos que en la práctica los sentiremos difíciles de cumplir, más que todo en el sufrimiento o cuando somos lastimados; es posible que estemos haciendo las cosas con nuestro propio esfuerzo, sin la ayuda de Dios, pero en otros momentos será una prueba que nos enseñará a depender más de Cristo. No debemos negar las luchas internas que experimentamos con ciertos mandamientos dados por Cristo, como por ejemplo, el amar a nuestros enemigos, inclusive se nos manda a orar por quienes nos persiguen para que seamos hijos de su Padre que está en los cielos (Mateo 5.44). Hacerlo implica ayuda desde los cielos, por eso les dije, que todo dependerá a medida que vayamos creciendo en la gracia y el amor a Dios.

Para los que pastoreamos a una congregación lo vivimos, cómo llegar al meollo de este asunto, que el pueblo de Dios entienda que está llamando a ser una nación santa, diferente a lo que el mundo pregona; hay que experimentar esa transformación en el poder del Espíritu Santo. No es correr a encerrarnos en nuestra habitación y no tener contacto con nadie, ya Jesucristo se anticipó a este pensamiento, cuando en la oración sacerdotal dijo en Juan 17.15-16 “No ruego que los quites del mundo, sino que los protejas del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”.

Vamos por partes, el v.1 dice que la verdadera adoración consiste que entreguemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, ¿qué significa?, se refiere a las sombras o símbolos trazados por el sistema ceremonial de sacrificios levíticos en el antiguo pacto que se hacían con animales que se mataban y derramaban su sangre para expiar los pecados del pueblo en el altar. Y cuando Cristo llegó a la tierra fue la ofrenda perfecta para expiar los pecados de los hombres, y también tuvo una obediencia perfecta a la ley de Dios (Hebreos 10.5-7), como lo dice en el v.7 “Mi Dios aquí estoy para hacer tu voluntad, como está escrito de mí en el libro”, y todas estas ofrendas y sacrificios que eran sombras del que había de venir, implicaba que los hijos de Abraham deberían seguir las pisadas de Cristo, en hacer la voluntad de Dios El Padre, negándonos a nosotros mismos (Mateo 16.24), así cuando de rodillas nos ofrendamos en sacrificio pero vivo, le decimos a Dios “Aquí estoy para hacer tu voluntad”, lo hacemos con el cuerpo y alma, no solo el pensamiento, también debemos actuar con el cuerpo, porque todo pecado comienza en el pensamiento para llegar a ser instrumento para el mal.

Prestemos atención a lo que ocurrió en Getsemaní, la angustia que vivió Cristo hace más de 2.000 años, también nos orienta para que nosotros en momentos de súplica por querer ser librados de la prueba, debemos tomar como ejemplo el actuar de Cristo, en Mateo 26.39 “Pero que no sea como yo lo quiero, sino como lo quieres tu”. En la angustia, quejas, pesadumbres, tristeza, la naturaleza pecaminosa (carne) se irá en contra de la Ley de Dios, pero cuando hemos sido regenerados, arrepentidos, justificados en Cristo, entonces, somos adoptados como hijos de Dios, llenos del Espíritu Santo, por esa razón, quiero hablar claro y de frente, yo mismo tiemblo con estas palabras que estoy escribiendo, no podemos estar hablando a boca llena que somos cristianos porque colocamos en un perfil un versículo bíblico en nuestra red social, debemos revisar si nuestra vida real está acorde a los preceptos de Dios; no la ficticia, me refiero a la verdadera, la vida que llevamos en nuestro hogar con nuestros padres, cónyugue e hijos, la vida del aposento con la puerta cerrada (oración) cuando nadie nos está viendo, será qué practicamos la meditación de la palabra diariamente, nos alejamos del pecado que nos esclaviza en la soledad, por lo tanto, si hoy que lees estas líneas y quieres ser feliz solo con la vía que el mundo te ofrece, ese el de las redes sociales y el entretenimiento mundano que enseñan cosas contrarias a las que vienen de parte de Dios, lo más probable es que tengas luchas con la amargura, la ira, el enojo, la mentira, el chisme, la pornografía, el alcohol, las drogas y cualquier otra vía de escape en la cual solo Satanás el príncipe de este mundo quiere mantenerte así. Ten presente que ahora solo hay un solo Rey del universo, y es Cristo, que está sentado a la diestra del Padre.

Pasamos al v. 2, es un llamado a NO adoptar, amoldarse, conformarse, imitar,  vivir de acuerdo a las costumbres de este mundo, que solo piensan en la vanidad de su mente (Efesios 4.17), en satisfacer los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Juan 2.15-17) sino que debemos ser transformados por la renovación de la mente, el pensamiento, el entendimiento para comprobar, y se verifica es actuando, no haciendo cálculos teóricos mentales, recuerda el v.1 y 2 se leen juntos, primero entrega todo el ser (cuerpo y alma) creyendo en Cristo como nuestro Salvador y después viene la transformación por medio de la renovación de la mente, y es todos los días hasta que partamos de este mundo. Si pasa uno, dos o tres años que bajaste a las aguas de bautismo y confesaste ese día que estabas agradecido de entregar tu vida a Cristo, y lo único que has hecho estos años es quejarte de situación económica, arrepiéntete, pide a Dios por su gracia, búscalo pidiendo en el poder del Espíritu que te llene de su presencia y discernir espiritualmente la verdad, que es Cristo, la esperanza de gloria (Colosenses 1.27).

En 2 Corintios 3.18 reposa “Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”, esa transformación a la imagen de Cristo, se da contemplado, adorando la gloria del Señor, buscando las cosas de arriba (Colosenses 3.1) no las de la tierra, y observa que es por el Espíritu del Señor, que es el Espíritu de Cristo (Romanos 8.9), por eso, les dije arriba que a medida que amamos y adoramos más a nuestro Señor Jesucristo, así vamos experimentando el gozo del Señor, y se irá viendo la facilidad en que hacemos las cosas que a Él le agradan, no debemos dar por sentado que amamos enormemente a Cristo, es un caminar por el desierto hasta que lleguemos a la tierra prometida, llegará momento que estaremos en angustia, y debemos suplicar para ser librados de la prueba, pero también debemos orar para que podamos ver cuán grande es el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, y seamos llenos de la plenitud de Dios (Efesios 3.14-21).

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

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