EMDJ69 – ¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Mateo 6:24-34

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Mateo 6:24-34 

24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

REFLEXIÓN: En esta porción de las Escrituras el Señor Jesús nos llama a no llenarnos de ansiedad por los afanes de esta vida, que son las preocupaciones diarias por lo qué habéis de comer, de beber y de vestir; pues si esta angustia se posesiona en nuestro pensamiento, comenzaremos a experimentar un gran desaliento y resequedad en el alma. Pero, qué hacer para evitarlo, si eso hace parte del vivir, no podemos negarlo, todos experimentamos en cierta medida ansiedad en el transcurso esta vida, no podemos quedarnos sentados, debemos ir a buscar el sustento diario para comer y vestir el cuerpo, pero, ahora el Señor Jesucristo nos enseña por medio del sermón del monte, y nos dice: no se preocupen, no se angustien, no se afanen, porque los que no conocen a Dios buscan todas estas cosas (se concentran solo en ellas), pero nuestro Padre Celestial sabe de que tenemos necesidad (Ver.32).

Esto no es un llamado a no trabajar por el sustento diario, pues en otra parte de la Biblia, es claro en decir: el que no trabaje que no coma (2 Tesalonicenses 3.10). En el ver.24 el Señor nos dice que no podemos tener dos señores, son excluyentes, o estamos en Dios o en las riquezas (Mammón), poner la confianza en Dios o en las riquezas, de ahí, que el ver.25 dice, por lo tanto, no nos angustiemos, por las cuestiones básica para el sostenimiento del cuerpo, y pregunta ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Ahora, a qué se refiere con la vida, y es aquella que fue dada por el aliento de Dios (Génesis 2.7). Un cuerpo que fue formado del polvo de la tierra, si Dios no hubiese colocado su aliento, el cuerpo queda inservible, ya que no es nada. Y si Dios nos dio un cuerpo con ese aliento de vida, cuánto más nos dará su provisión y su protección. Por esa razón, Él dice que la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido (Lucas 12.23).  Esto también podemos extenderlo a que Dios nos dio el aliento de vida a todos los seres humanos, pero una vez entró el pecado al mundo, esa vida espiritual quedó arruinada por la mancha del pecado, y ahora cuando somos y estamos en Cristo, debemos trabajar por el alimento que permanece, no por el imperecedero, el cual lo obtenemos solo por el Señor Jesús (Juan 6.27). Los que no conocen a Dios en Cristo, vivirán y seguirán con ese afán de la vida que trae muchos dolores al alma.

Cristo pone de ejemplo a las aves y a las flores del campo que no necesitan trabajar para comer y vestirse, respectivamente. Podemos pensar, que las necesidades de los animales y de las flores no son las mismas que la de los seres humanos, eso es precisamente lo que quiere resaltar el Señor, aunque ellos son animales y flores son nutridos por Dios, y nos dice en el ver.30 no hará más por nosotros, si confiamos en que Él proveerá para nuestras necesidades cada día.

El maná enviado desde el cielo a los israelitas durante los cuarenta años en el desierto fue para cada día. Dios no enviaba maná para la semana, por eso quiere enseñarnos, que es diario, su provisión viene del cielo para los que le busca, y resalto debe ser cada día, nuestras oraciones no pueden ser una por semana o cada quince días. Y esto no es un llamado a la flojera o desidia, hay que trabajar con nuestras propias manos para comer, pero teniendo en mente que, si somos hijos de Dios, Él tendrá cuidado de nosotros, no intentando engañarlo emulando una falsa humildad, Él sabe lo que hay en el hombre, pero siempre debemos tener fe que nuestro Padre Celestial cuida y desea el bien para sus hijos, esto incluye la disciplina (Hebreos 12.5-6).

Una cosa es leer y pensar que no debemos angustiarnos en medio de las preocupaciones por la subsistencia de la vida terrenal, pero otra cosa es experimentarlo, somos probados a medida que vamos muriendo a nuestro egoísmo, buscamos su rostro en oración para que entendamos que no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4.4). El Padre nuestro lo dice: danos el pan de cada día (Mateo 6.11), y no debemos afanarnos tratando siempre de buscar seguridad y tranquilidad con nuestras propias hazañas para el futuro, por mucho que intentemos o nos esforcemos no podremos extender más a nuestra altura o un tiempo más de vida (ver.27), por mucho que nos afanemos será inútil, en vano. Nos cuesta trabajo entender esta verdad, Dios ayúdanos a escuchar tus sabias palabras.   

Siempre el ser humano está buscando tranquilidad para el futuro, hace parte de nuestra naturaleza, pero el Señor nos dice hombres de poca fe (ver.30), nos llama a tengamos confiemos en Dios, no en nuestra autosuficiencia, por eso cuando estamos pasando por momento de angustia nos llama a no preocuparnos y colocar nuestra ansiedad en Él(1 Pedro 5.7), haciendo oración con peticiones de ruego y acción de gracias, entonces, la paz de Dios guardará nuestro corazones y pensamiento en Cristo Jesús (Filipenses 4.6-7).

Hay que buscar el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas (ver.33), pero si lo que hacemos es solo es estar esclavizados por el afán y la ansiedad que trae la obsesión por el dinero y pensar que así tenemos asegurados nuestro futuro, al final solo traerá tristeza sobre tristeza (1 Timoteo 6.10). Nunca la mejor comida, la mejor bebida o el mejor vestido podrá reemplazar la vida abundante que se nos promete al estar unido a nuestro Señor Jesucristo, siendo sustentados con su palabra diariamente y la llenura del Espíritu Santo. 

Citas para meditar:

Salmo 39:4-6 LBLA Señor hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy.  He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es solo un soplo. Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá. 

Salmo 119:28 RVC La ansiedad me corroe el alma; ¡susténtame con tu palabra!

Eclesiastés 11:10 RVC Echa fuera de tu corazón el enojo. Aparta de tu ser la maldad. Porque la adolescencia y la juventud también son vanidad.

Isaías 55. 1-3 RVC Todos ustedes, los que tienen sed: Vengan a las aguas; y ustedes, los que no tienen dinero, vengan y compren, y coman. Vengan y compren vino y leche, sin que tengan que pagar con dinero.  ¿Por qué gastan su dinero en lo que no alimenta, y su sueldo en lo que no les sacia? Escúchenme bien, y coman lo que es bueno; deléitense con la mejor comida. Inclinen su oído, y vengan a mí; escuchen y vivirán. Yo haré con ustedes un pacto eterno, que es el de mi invariable misericordia por David.

1 Corintios 7.32-33 RVA2015 Quisiera, pues, que estuviesen libres de ansiedad. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado se preocupa de las cosas de la vida, de cómo ha de agradar a su esposa,

1 Pedro 5.7 RVA2015 Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes.

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

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