Romanos 8:37-39

8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Reflexión: En este tiempo se ha hecho tan popular en la iglesia la frase  “somos más que vencedores”, ¿Qué pretendía decir vencedores a la luz de esta carta a los Romanos?. Solemos escuchar también en los saludos “Bendecido, prosperado y en victoria”, pero ¿será la misma victoria que está hablando el apóstol Pablo ó Juan en sus cartas?.

Comenzaremos un poco más arriba de estos versículos, en el 35 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.”, dice el texto ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?, todas estas cosas las estaban experimentando los cristianos por causa del testimonio de Jesucristo y la palabra de Dios, pues eran perseguidos por su fe. En el primer siglo de nuestra era, muchos fueron mártires por ser cristianos, y también sufrieron muchas tribulaciones y angustias por la persecución del imperio romano, y los judíos que se opusieron al evangelio de Jesucristo, pero estas palabras escritas por el apóstol Pablo llegaban como consuelo para que no perdieran su fe, y siguieran venciendo por el poder de Jesucristo, que nada los podría separar de ese amor con el cual cada cristiano había sido llamado, y obtendrían la promesa.  

Recordemos las palabras de nuestro Señor Jesucristo en Juan 16:32-33 “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”, les estaba dando consuelo, pues serian perseguidos por su fe, pero debían confiar en Él, porque Cristo ha vencido, y ese llamado es también para cada uno de nosotros, a ser “más que vencedores” pero es para llegar hasta el fin, es decir, hasta la venida de Cristo, como lo dice en Mateo 10:21-22 “El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”.

De pronto al pensamiento de alguien que está leyendo estas líneas, dirá pero yo vivo en una generación diferente a la del primer siglo, y no soy perseguido por mi fe de esa forma, puedo predicar en cualquier lugar y no tengo problemas por eso. Recuerda que si hay personas que están viviendo persecuciones por su causa de la fe en Cristo en países donde no es permitido predicar el evangelio de Jesucristo.

Hay varias promesas para toda la iglesia de Jesucristo, ya sea que experimentes persecución, o vivas en una cultura sumergida en el pecado. El apóstol Juan le escribe a las siete iglesia(que son la iglesia de Cristo), y les hace una promesa a cada una de ellas, para que perseveraran hasta el fin en medio de la persecución, el mundo en que vivían y las falsas doctrinas en contra del cristianismo.

Mencionare cada promesa en cada iglesia:

Apocalipsis 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Apocalipsis 2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

Apocalipsis 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Apocalipsis 2:26-29 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Apocalipsis 3:5-6 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Apocalipsis 3:12-13 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Apocalipsis 3:21-22 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 

Ser vencedor, como muchos piensan no tiene nada ver con tener casas nuevas, carros, el mejor puesto en la empresa en que trabajas, ser “exitoso” como el mundo dice cómo es el “éxito”, todas estas cosas son las que tienen en mente las personas que no conocen de Cristo. El centro del cristianismo está en el testimonio de Jesucristo y guardar la palabra de Dios, en el poder del Espíritu Santo.

Estas líneas fueron escritas en el amor de Cristo, piensa y reflexiona de ahora en adelante lo que realmente significa ser “más que vencedores en Cristo Jesús”, y no te quedes nada más con lo que dice el predicador cada domingo, hay que sacar tiempo para la lectura de la palabra de Dios, ya que para este tiempo paradójicamente es la época de la historia donde contamos con el mayor número de versiones en español de la Biblia, y la mayoría de las personas que asisten a la iglesia no sacan el tiempo para la meditación de la palabra de Dios.

1 Juan 2: 14-17

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan 5:4-5

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Si necesitas consejería pastoral puedes escribir a info@elmensajedejesus.org.

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Elaborado por Pr. Jair Sánchez O.