Juan 14: 27

14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 

Reflexión: En este tiempo en nuestra nación, y a nivel mundial todos quieren vivir en paz permanentemente, y no esta mal querer la paz, pero la historia del hombre ha mostrado que sus intentos han sido fallidos para conseguirla sin Dios, pues si Dios no está en el corazón del ser humano no encontramos la verdadera paz. Es importante que como cristianos, y si alguno que está leyendo estas líneas no es cristiano, que entendamos que un siervo de Dios tendrá en un momento determinado tribulaciones que prueban si su fe en Cristo Jesús es verdadera, es más podemos leer en la parábola del sembrador en mateo 13:22-21 “el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” , y esta prueba es por causa de persecuciones por predicar la palabra de Dios, pues el mundo no quiere buscar a Dios, por eso Jesús preparó a sus discípulos diciéndoles que serían perseguidos por predicar el evangelio, y si ahora el mundo dice que la solución para obtener “la paz en la sociedad” es por acuerdos entre los presidentes, asambleas, comisiones ó tratados, y si dejamos a un lado que la verdadera paz está es en Cristo Jesús, entonces hacemos lo mismo que quiere el mundo, buscar la paz pero sin Cristo en el corazón del hombre, miremos como en Juan 16:33 dice “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz” y en Romanos 8:22-25 “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos”. Por lo tanto mi querido hermano o hermana, la verdadera paz la da Jesucristo en el corazón del hombre, cuando somos transformados en una nueva criatura para su gloria, y anunciamos la buena nueva de salvación a todos los que necesitan de ella, por eso Cristo murió en la cruz y resucitó al tercer día,  y  nos dio una esperanza que pronto estaremos con Él, por eso debemos dar testimonio a aquellos que lo necesitan de lo que significa la libertad que da Jesucristo en el corazón del hombre.

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.

Consejo Útil: Lee Juan 14; 15;16.