EMDJ63 – Milagro de alimentación de los cinco mil

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Juan 6: 1-15 (RV)

6:1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 
6:2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 
6:3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 
6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 
6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 
6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios  de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 
6:8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 
6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 
6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 
6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 
6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 
6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. 
6:14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 
6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

MEDITACIÓN DEL TEXTO:

Este es el único milagro de Jesús que se encuentra descrito en los cuatro evangelios(Mt 14:13-21; Mr 6:30-44; Lc 9:10-17; Jn 6:1-15), de ahí de que analicemos su gran importancia. Este milagro tenia como propósito enseñarles a las multitudes la verdadera comida espiritual del hombre para vivir eternamente, pero muchos no encontraron a Jesús como ese gran tesoro para sus vidas, sino que tenían un interés particular de solucionar un problema o una necesidad material. En este ensayos miraremos las implicaciones que trajo las palabras de Jesús cuando les explicaban porque muchos de ellos le seguían.

Jesús, quería buscar un lugar tranquilo para descansar un rato. Salieron a la barca, pero corrió el rumor rápidamente de que Jesús estaba por estos lados, se le adelantaron y cuando Jesús bajo de la barca, ya estaban las multitudes esperándolo, entonces tuvo compasión de ellos y comenzó a enseñarles y sanando a los enfermos, se estaba haciendo tarde, y los discípulos se le acercaron y le dijeron Señor despide a la multitud que se esta haciendo tarde, y no tenemos con que alimentarlos, entonces Jesús les dijo denle de comer, y los discípulos le dijeron a Jesús aunque trabajáramos tres meses enteros no tendríamos el dinero suficiente para alimentar toda esta gente, Jesús los estaba poniendo a prueba, recuerden que ya había habido el milagro de convertir el agua en vino, y al parecer se les había olvidado o no pensaban que Jesús era lo suficientemente poderoso para suplir las necesidad del pueblo. Y le dijeron Jesús solamente tenemos cinco panes y dos peces, y Jesús les dice traedlos, y tomándolos miro al cielo y los bendijo y comenzaron a repartirlos a todas la multitudes, e inclusive hubo sobrado y recogieron doce canastas de los que sobro. Todos estaban muy contento por el milagro que había ocurrido y le dieron gracias a Dios, y decía Juan 6:14-15 “Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”.

Cuando estaban en la orilla esperando a Jesús los discípulos se fueron a capernaum tomaron la única barca, habían remado unos cinco o seis kilómetros, de repente apareció un fuerte viento, y comenzaron a tener miedo de la tormento, entonces vieron venir a una persona que caminaba por el agua y pensaron que era un fantasma y tuvieron miedo, y Jesús les dijo “ Tened animo, yo soy, no temáis “, entonces Pedro se bajo por un costado de la barca y comenzó a caminar por el agua para encontrarse con Jesús, pero vio fuertes olas y viento y comenzó a hundirse, y le dijo sálvame Señor, Jesús extendió su mano y lo agarró, Jesús le dijo tienes tan poca fe, y le preguntó ¿ porque dudaste de mi ?, se subieron a la barca y se calmo la tormenta, entonces los discípulos le adoraron de verdad tu eres el hijo de Dios. Llegaron a la orilla, la noticia corrió rápidamente y pronto todas la personas de la región les llevaban a los enfermos para que fueran sanados.

Tomando la prueba de fe que quería Jesús que aprendieran sus discípulos sobre que hacer sobre la necesidad del verdadero alimentó para vivir, pues no veían a Jesús como realmente es, no valoraran que tenían a su lado al proveedor de la vida, era el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, ya había ocurrido el milagro del vino en las bodas de Caná(Juan 2:1-12), y ninguno de ellos pensó estamos con Jesús nuestro Salvador, pero era necesario que todo esto aconteciese para saber quienes realmente buscaban a Jesús, ya sea para satisfacer sus necesidades básicas o para buscar palabras de vida eterna.

Los versículos 22 hasta el 71 de Juan capitulo 6, nos hablan del desenlace de lo que Jesús quería enseñarles, y están descritas en las palabras que dijo Simón Pedro: ¿ a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente(Juan 6:68-69).

Al día siguiente del milagro vieron que Jesús no estaban con ellos, entonces se enteraron que estaba con sus discípulos al otro lado del mar, entonces tomaron barcas para seguirles, pero que gran sorpresa se han de llevar aquellos que se mostraban con un espíritu aparente de gran necesidad espiritual, cuando ellos llegaron donde Jesús le preguntan ¿cuándo llegaste acá, y Jesús les dice “ De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque habéis comisteis del pan os saciasteis y también les dice “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el hijo del hombre os dará: porque a este señaló Dios el Padre”(Juan 6:25-27).

Miremos varios aspectos relevantes, el milagro de la multiplicación de los panes era un reflejo de la verdad de Cristo como el pan de vida, porque en el versículo 28 la multitud le preguntan “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?”,  y así como Jesús hizo el milagro de la multiplicación de los panes y peces era como señal de su magnificencia en el cual debían ver a Jesús como el enviado de Dios el Padre en hacer su obra, para la gloria de su nombre, pero ellos para llegar a creer en Jesús como el enviado del Padre, entonces le preguntaron ¿ Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos?, acababan de ver el milagro de la multiplicación de los panes y hacen este tipo de pregunta, porque veían más a Jesús como un profeta que podía hacer milagros como los del antiguo testamento, pero les costaba trabajo ver a Jesús como el Mesías, el Cristo el Salvador del mundo.

Los judíos estaban acostumbrados a ver señales para creer, sin embargo leemos en su historia, que todas las señales de la cual habían sido testigos, al rato su corazón se les había engrosado. Vemos como en el episodio descrito en Mateo 12: 38-40 “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”, donde siempre querían ver señales, es más en 1ra Corintios 1:22 “Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría”, por eso en esta situación que se les presentaba querían que Jesús les diera más señales, en el versículo 31 se hace alusión  de cómo Dios les dio de comer desde el cielo el maná, pero no sabían que solo era una sobra del verdadero pan del cielo, pues a pesar de que los israelitas recibieron este maná del cielo, poco después se hastiaron y quisieron volver a Egipto, pues querían volver a atrás a la vida de esclavitud, porque así como podían comer cosas diferentes en Egipto no importaba si servían nuevamente como esclavos en Egipto, eso lo podemos ver en Números 21:5-8 “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá”, esto trajo como consecuencia que muchos murieran por haber murmurado contra Jehová. Jesús les dijo que Moisés no pudo darles el verdadero pan del cielo, del cual se hastiaron, pero el Padre ha enviado el verdadero el cual nos llena y satisface nuestra alma, después ellos le dijeron danos de ese pan, pero muchos no estaban convencidos ni comprendían lo que Jesús quería decirles cuando les decía que él es el verdadero pan del cielo el cual envió el Padre, así como lo expresa el versículo 36 “Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis”, Jesús les decía que los que creían en su palabras era aquellos que el Padre les había dado, en consonancia con el versículo Juan 10:27-28 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”, y Dios el Padre les había dado la posibilidad que vieran a Cristo como realmente es, y serían resucitados en el día postrero, y esa confianza de ver a Cristo como el dador de la vida eterna estaba en la manifestación gloriosa del Hijo de Dios. Otros estaban tan confundidos de esta enseñanza en la cual Jesús decía “ Yo soy el pan que descendió del cielo”, nunca la había escuchado, pues siempre habían escuchado de la manifestación gloriosa de Dios, por las Escrituras que en su momentos leían en las sinagogas. Cuando escuchaban a Jesús decir estas cosas que no comprendían y se presentaba como el Hijo de Dios que ha descendido del cielo, los que murmuraban lo veían como un hombre común y corriente y decían “Y decían: “¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?”, no lograban unir a Jesús el hombre corriente con el que desciende del cielo y tiene vida eterna, estás dos condiciones no hallaba cabida en la mente de los que dudaban de las palabras de Jesús.

Jesús siempre ha insistido en sus enseñanzas que todos los que vienen a él es porque el Padre les ha sido dado, y él los resucitará en el día postrero, este tema es de vital importancia para que veamos la gracia y la misericordia de Dios en nuestras y no caer en pensamientos carnales, que cuando vemos a Jesús como el Señor de nuestras vidas, es porque hemos analizado, diagramado, discernido con la sabiduría que podamos tener, pensar de esa forma nos lleva a ser soberbios, y no darle la gloria a Dios en todo lo que hacemos para el.

Cuando Jesús les dijo que vuestros padres comieron maná en el desierto, y murieron, y se presenta que el come del verdadero pan que desciende del cielo no morirá jamás, en este momento de la escena que pasaba en la conversación con las multitudes y en presencia de sus discípulos, el tema se ponía de otro color, pues no solo Jesús les decía que “Yo soy el pan de vida”, sino también que les dijo en el versículo 51 “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”, cuando la conversación tomó este tono los judíos presentes no pudieron contenerse entre sí porque nunca habían escuchado algo similar, pues ahora ellos no comprendían en la manera espiritual que les hablaba, y cada vez que avanza la conversación, Jesús coloca otro ingredientes más en sus palabras, y al ver que los judíos y las multitudes escuchaban estas palabras, ahora les dice en Juan 6: 54-56 “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.”, y cuando Jesús menciona esta palabras queriendo decirles que si creen él como la verdadera comida y bebida que necesitan el alma para nunca morir, solo debían abrir sus ojos y creer en Él, pero después les dice en Juan 6:58 “Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente”. Cuando muchos de los discípulos presente no los de Jesús, no comprendieron esta palabra nueva que llegaba a sus oídos, es más decían esta palabra es difícil de entender, cómo puede alguien aceptarla”, y es cierto mirando todo el contexto de lo sucedido era la primera vez que los judíos escuchaban tales cosas, pues estaban esperanzados en un Rey socio-político, que los libertaria de la cautividad de los romanos, pero ahora llega un salvador que solo dice que deben creer en él para que tengan vida eterna, y es más deben comer de su carne y beber de su sangre, pero Jesús conocía sus corazones y les pregunta a aquellos que murmuraban entre sí, ¿Esto los ofende?, pero que tal si ellos vieran al Hijo del Hombre ascender del cielo de donde vino, y también les dice en Juan 6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”, estás palabras están consonancia con Romanos 8:5-6 “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, también en Romanos 8: 11-13 ”Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;  porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

Jesús sabía desde el principio quienes eran los que realmente creían, no creían, y quiénes le habían de entregar, y dijo “Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre” , después de todo lo sucedido la fama de Jesús disminuyó entre las multitudes que lo seguían, y muchos volvieron atrás, y ya no andaban con él, y después les preguntó a sus propios discípulos “¿Queréis acaso iros también vosotros?, y Simón Pedro le responde “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

CONCLUSIÓN

El milagro de la multiplicación de los panes y pececillos se ilustra como la oportunidad de Jesús de mostrarse como el verdadero pan que descendió del cielo, esta situación trajo como consecuencia que muchos discípulos se alejaran de él, por no encontrar sus enseñanzas “coherentes”, pues el pedir que comiendo de su carne y bebieran de su sangre les llevaría a la vida eterna, no lo podían asimilar desde el punto de vista espiritual. Miren que en el inicio del relato, Jesús quería probar a sus discípulos, pero las consecuencias fueron que muchos le dejaran, parece contradictorio como tan impresionante milagro al final de la escena, provocó esta actitud en muchos de ellos. Jesús dijo una y otra vez que todo los que creen en Él, es porque el Padre se los había dado, en ultima la revelación para ver el reino de cielo, esta en manos de Dios, por mucho esfuerzo que hagamos en ver su gloria, sino Dios no tiene su mano puesta en nuestra corazón, no puede existir un conversión genuina, para dejarlo todo por seguir a Jesús, es más la misma Escritura dice en Juan 16:7-8 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. Muchos siguen a Jesús para solucionar sus problemas materiales, pero pocos se sienta a reflexionar y decir “yo amo realmente a Jesús”, miren que el mismo Jesús les dijo en Juan 6:26 “Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis”, también lo podemos ver en el relato de los diez leprosos(Lucas 17:11-19), donde solo uno de los diez leprosos se regreso a glorificar a Dios y rendirse a sus pies, esto suele pasar en el desarrollo de la Iglesia, donde muchos son llamados pero pocos los escogidos, por eso la importancia de este milagro radica en debemos ver a Jesús como el dador de la vida que nos sustenta por la eternidad.

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

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